El masaje infantil es un arte antiguo, aplicado a los bebés para estimular sus sentidos y
nutrirles afectivamente a través de la piel. Nos ayuda a comprender el lenguaje no
verbal del bebé y a responderle con amor y con una escucha respetuosa para satisfacer
unas necesidades básicas que se cubren a través de la piel.
Al masajear las distintas partes del cuerpo se favorece el flujo de energía por los
canales y de esta manera se fortalecen los órganos y sistemas que ellos irrigan. El
secreto de una buena salud, es que el cuerpo sea eficiente en la circulación de los
nutrientes y en la eliminación de sus toxinas. En este sentido, el masaje actúa como un
depurador, que ayuda a todos los sistemas del cuerpo.
Propiedades del masaje infantil:
Estimulación de diferentes sistemas: gastrointestinal, respiratorio, neurológico,
circulatorio y endocrino.
- La estimulación cutánea es esencial para un correcto desarrollo orgánico y
psicológico. - Las caricias proporcionan estabilidad al sistema nervioso y más resistencia a las
enfermedades. - La estimulación proporcionada por el masaje es mucho más relevante para el
bebé que lo que pueda ser cualquier juguete o programa de estimulación
artificial que haya sido creado.
Relajación: con el masaje los bebés aprenden a responder a la tensión con relajación. - Incrementa los efectos positivos en su cuerpo y les permite aliviar las tensiones
reprimidas. - Los toques de relajación dan a los padres la oportunidad de ayudar a sus hijos a
relajarse cuando tienen estrés.
Alivio: el masaje incrementa los efectos positivos en su cuerpo y les permite aliviar las
tensiones reprimidas. - Tonifica el área digestiva, ayuda a mover los gases y la materia fecal hasta
expulsarlos.
Interacción, puede afectar directamente al desarrollo emotivo del niño y su capacidad
para manejar el estrés en la vida adulta. - Produce confianza e intimidad.
- Facilita la interacción entre la persona que da el masaje y el niño.